El estudio de arquitectura takk, formado por Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño, proponen una vivienda mínima que, por su diseño, puede adaptarse a diferentes regiones y culturas, flexible y fácil y económica de construir y transportar. La propuesta se organiza mediante unos módulos que se transportan al lugar de destino para, una vez allí, desplegarse y formar la vivienda. Este sistema permite que la casa sea mucho más flexible, adaptándose a las necesidades del inquilino, y que se ajuste al máximo el precio de fabricación y transporte, ya que los módulos son siempre iguales.

Existen 6 módulos básicos que generan una vivienda tipo (estar, comedor, baño, cocina, dormitorio simple y dormitorio doble). Según las necesidades del usuario o las demandas de la situación donde será enviadas, las viviendas se pueden diseñar añadiendo o quitando módulos. De la misma manera, una vivienda ya enviada o instalada en el lugar de destino, puede verse modificada a través de la adición o substracción de algún módulo.