Este refugio rural toma como idea generadora la tipología tradicional de vivienda rural con cubierta a dos aguas, para aplicarle un nuevo concepto espacial. Consiste en esquematizar la línea perimetral que define la casa tradicional para extruirla después, formando una envolvente bajo la cual se desarrollará todo el proyecto.
Esa línea-concepto, convertida en un largo cascarón de hormigón, articula todo el programa de la vivienda y es atravesada transversalmente por las estancias materializadas como cajas de madera de pino. En el interior, las vistas fluyen entre los volúmenes de pino que se clavan tratando de invadir el espacio central.
Desde el punto de vista paisajístico y medioambiental, se busca la máxima integración. Por su localización fronteriza entre la zona de pinada y los campos de vid de la finca, el refugio prácticamente se diluye en el paisaje. A ello contribuye la decisión de desarrollar todo el programa en una sola planta, pero también la materialidad elegida, que aporta tonalidades coherentes con el lugar.
Medioambientalmente, sigue las directrices de una passive house. Dispone de medios adecuados para aprovechar energías renovables mediante el uso de paneles de captación solar, suministro de energía mediante el uso de biomasa o la recogida y almacenamiento sostenible de agua pluvial apta para el consumo.
El ahorro de energía se optimiza gracias a los materiales utilizados y un aislamiento térmico de lana de roca con gran capacidad aislante. Asimismo, la instalación de iluminación es energéticamente eficaz debido a un sistema de control que optimiza el aprovechamiento de la luz natural.