El área del proyecto cubre una parcela delimitada por grandes edificios residenciales en el barrio Cocuzzo de Potenza, Italia. El espacio se encuentra entre dos hileras de edificios y una calle, limitando la presencia de espacios libres en el terreno. Además, tampoco hay posibilidad de aparcar ni existen zonas verdes o caminos peatonales.
El proyecto evita proponer una simple operación plástica, sino que interpreta el contexto como un conflicto del ambiente artificial, un “cañón de hormigón” creado entre las fachadas de los edificios. El proyecto se caracteriza por la presencia de piedras y rocas que dan vida a un gran parque lineal que queda libre de coches y calles. La pendiente natural del terreno permite generar una nueva superficie que entierra las áreas de aparcamiento y crea terrazas elevadas. En el suelo, el asfalto se sustituye por superficies de hierba, animadas por una serie de bloques que emergen junto al paseo, masas de cemento pigmentado con óxido de hierro.