Como proyecto ganador del concurso del diseño de cuatro bloques de viviendas de desde 125 hasta 140 metros de longitud, el cliente eligió la propuesta económica ofrecida con más superficie comercializable en el emplazamiento predefinido. El tiempo programado para la preparación del proyecto y su construcción era muy ajustado: las 650 viviendas debían construirse en menos de 18 meses, lo que significa literalmente, construir una vivienda al día. El presupuesto también era muy ajustado: el objetivo era construir viviendas de bajo coste y conseguir que el coste de producción final fuera de unos 500€/m2. Los baños, ventanas y paneles de fachada son unidades prefabricadas para simplificar tanto su diseño como su construcción. Cada edificio está dividido en cuatro módulos idénticos, cada uno con sus propios elementos de comunicación vertical y con todos los tipos de viviendas descritas en el encargo.

En cada módulo existen 42 viviendas que varían desde pequeños estudios de 30 m2 hasta viviendas de 60 m2 en las cuatro primeras plantas y dúplex de desde 85 m2 hasta 105 m2 en las dos plantas superiores. El modulo se repite cuatro veces con mínimas variaciones en los extremos del edificio. La fachada está compuesta por dos capas, la fachada interior y el espacio exterior formado por elementos como logias, balcones y terrazas vidriados. La segunda piel es de paneles de madera, de vidrio y metálicos. Cada vivienda dispone de, al menos, un balcón y logia que conecta el exterior con el interior. Del mismo modo que el módulo, la fachada también se repite cuatro veces, pero dada la geometría de los diferentes elementos repetidos, pasa casi desapercibido. Bajo el nivel de acceso existen dos plantas subterráneas de aparcamiento. La urbanización contrasta con la fachada geométrica a través del uso de figuras orgánicas, rompiendo con las líneas rectas del complejo y diferenciando el espacio público del privado.